- Ubicación:
Pueblo amerindio formado por numerosos grupos que vivían en las zonas de Uruguay Noreste de Argentina (Corrientes, Misiones, Entre Ríos y parte de las provincias de Chaco y Formosa), sur y suroeste de Brasil, la mayor parte de Paraguay, y sureste de Bolivia. Antes de la conquista española, los guaraníes se encontraban en toda la zona central y meridional de Sudamérica, ya que se extendieron desde los Andes hasta la costa del Atlántico y desde las Guayanas hasta la región del Río de la Plata.
- Vestimenta:
Los guaraníes conocían un rústico telar, con el cual fabricaban el tipoy, que le servía de vestido. Su ornamentación corporal era rica en pinturas, collares, brasaletes , rodilleras ( plumas ).
- Desarrollo tecnológico:
Se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de plantas comestibles, pero llegaron a ser grandes agricultores; lo demuestra el hecho de que obtuvieran diversas plantas tropicales para su cultivo y domesticaran animales como patos, gallináceas, loros y papagayos. Sus armas eran el mazo, el arco y las flechas. Algunas formas de expresión artística fueron la alfarería pintada, la cestería y los tejidos. Dormían en hamacas tejidas en sencillos telares verticales.
- Arquitectura:
Al ser sedentarios podían construir grandes casas comunitarias hechas con troncos y hojas y en ella habitaban varias familias relacionadas. Las aldeas se formaban con 4 y hasta 8 casas, y se rodeaban con empalizadas. En las regiones guaraníes del norte, las casas eran más pequeñas, cilíndricas y con paredes de barro y paja.Las casas tenían un armazón de palos y un techo a dos aguas alto cubierto con hojas de palmera y pasto. Las paredes eran de madera con una cubierta de barro. No tenía ventanas para hacer la casa más fresca para el calor y protegerla de los insectos. Varios tabiques dividían las habitaciones para cada familia.
- Forma de escritura:
El idioma de escritura era el Tupí-guaraní, perteneciente o relativo a una familia lingüística y cultural amerindia que comprende diferentes grupos de población de zonas próximas a la costa atlántica del continente americano y, en el interior, desde el sur del río Amazonas hasta las laderas de los Andes. Sus lenguas principales son el tupí y el guaraní; el tupí se habla sobre todo en Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina; el guaraní es la lengua más extendida en toda la región amazónica y es el segundo idioma oficial de Paraguay.
- Producción literaria:
La recolección de los textos Apapokúva son una ejemplo de producción literaria de los pueblos guaraníes.
El Guaimi- MgÜé: (leyenda Guaraní)
El gran Cacique Pearé (Noche) era célebre en todas las comarcas de habla guaraní. Su hija Koembiyú (Estrella), que debió este nombre a su gran belleza, causaba admiración a quienes la veían, y su hermosura se hizo tan famosa, que desde tierras lejanas llegaban poderosos caciques dispuestos a conocerla y ofrecerle los mejores presentes.
Costosas plumas de garza blanca, pieles de los animales más raros, tejidos de plata, brazaletes de oro, piedras preciosas y mil regalos dignos de una reina depositaban a sus pies los más encumbrados jefes que deseaban hacerla su esposa.
Nada de esto logró despertar el amor de la bella Koembiyú.
Pero Pearé, en el deseo de casar a su hija y tener así quien le sucediera en el poder, decidió celebrar una gran reunión en la que Koembiyú debía elegir esposo entre sus admiradores.
Difíciles pruebas se cumplirían en el torneo. Deberían presentar a la bella: el jaguar más hermoso de la selva, el pájaro de canto más armonioso y el pez de colores más brillantes, que cuidaban con gran esmero las Cuña-Payés (hechiceras).
Llega el ansiado momento de la fiesta. Es un día de primavera.
En un claro del bosque está la tribu reunida. El cacique Pearé, con sus mejores galas, preside la fiesta. Un poco alejada está Koembiyú que, más hermosa que nunca, ha adornado su cabeza con una guirnalda de blancas flores silvestres; en su cuello brillan collares de piedras de colores; sus brazos ostentan ricos brazaletes de oro y esmeraldas, y cubre su cuerpo bronceado un fino tejido de plata.
Se sirve a los concurrentes miel y chicha. El entusiasmo aumenta. La fiesta va a comenzar.
Koembiyú, recostada contra un corpulento árbol, mira a lo lejos, sin prestar atención a la fiesta que se celebra en su honor.
De pronto toma una expresión diferente. Una luz ilumina su rostro. Parece escuchar con agrado a un desconocido que le ofrece su amor y protección.
Al verlo, sonríe con dulzura y se da cuenta de que ahí está el que ha despertado su corazón. Ese joven ha de ser su esposo.
Inmediatamente comunica a su padre:
-¡Padre! ¡Padre! Que el torneo no comience. Ya ha llegado aquel que esperaba. ¡El elegido para esposo está aquí!
-¿Quién es el desconocido que pretende así robar mi más preciado tesoro? -grita airado el Cacique.
-¡Padre!, escuchad: No es un guerrero ni un rico jefe, pero ha venido de muy lejanas tierras, ha cruzado bosques y ríos y ha despertado mi cariño y conquistado mi corazón.
-¡Mostradme a ese joven! -ordena el jefe.
Y Koembiyú presenta a su padre, a un joven pobremente vestido, cubierto su cuerpo con un manto descolorido y sucio con el polvo del camino.
Pearé desaprueba la elección de su hija. Echa al desconocido de su presencia y se opone a que Koembiyú lo acepte como esposo.
La pobre niña, muy triste, baja la cabeza. Por sus mejillas resbalan lágrimas de pena; pero debe obedecer a su padre...
Se da vuelta para decir adiós a su elegido, y se asombra al verlo transformado.
El desconocido se ha quitado el raído manto que lo cubría, quedando convertido en un gallardo joven de rubios cabellos y de ojos azules que le dice:
-Soy el Hijo del Sol, que enamorado de tu gracia y tu bondad, hermosa Koembiyú, vine a pedirte por esposa; pero el orgullo y la vanidad de tu padre han producido mi enojo y, en castigo, te convertirás en pájaro que al adorarme, llorará tus penas.
En ese mismo instante, la hermosa india se transformó en un pájaro.
Desde entonces, al atardecer, cuando el disco rojo del Sol se esconde en el horizonte, se oyen en la selva los lamentos quejumbrosos de una ave. Es el "guaimi-mgüe" (Hija del Sol) que en el canto traduce la pena y el dolor que causara a la bella Koembiyú la decisión de su padre guiado por la codicia y la soberbia.
El Guaimi- MgÜé: (leyenda Guaraní)
El gran Cacique Pearé (Noche) era célebre en todas las comarcas de habla guaraní. Su hija Koembiyú (Estrella), que debió este nombre a su gran belleza, causaba admiración a quienes la veían, y su hermosura se hizo tan famosa, que desde tierras lejanas llegaban poderosos caciques dispuestos a conocerla y ofrecerle los mejores presentes.
Costosas plumas de garza blanca, pieles de los animales más raros, tejidos de plata, brazaletes de oro, piedras preciosas y mil regalos dignos de una reina depositaban a sus pies los más encumbrados jefes que deseaban hacerla su esposa.
Nada de esto logró despertar el amor de la bella Koembiyú.
Pero Pearé, en el deseo de casar a su hija y tener así quien le sucediera en el poder, decidió celebrar una gran reunión en la que Koembiyú debía elegir esposo entre sus admiradores.
Difíciles pruebas se cumplirían en el torneo. Deberían presentar a la bella: el jaguar más hermoso de la selva, el pájaro de canto más armonioso y el pez de colores más brillantes, que cuidaban con gran esmero las Cuña-Payés (hechiceras).
Llega el ansiado momento de la fiesta. Es un día de primavera.
En un claro del bosque está la tribu reunida. El cacique Pearé, con sus mejores galas, preside la fiesta. Un poco alejada está Koembiyú que, más hermosa que nunca, ha adornado su cabeza con una guirnalda de blancas flores silvestres; en su cuello brillan collares de piedras de colores; sus brazos ostentan ricos brazaletes de oro y esmeraldas, y cubre su cuerpo bronceado un fino tejido de plata.
Se sirve a los concurrentes miel y chicha. El entusiasmo aumenta. La fiesta va a comenzar.
Koembiyú, recostada contra un corpulento árbol, mira a lo lejos, sin prestar atención a la fiesta que se celebra en su honor.
De pronto toma una expresión diferente. Una luz ilumina su rostro. Parece escuchar con agrado a un desconocido que le ofrece su amor y protección.
Al verlo, sonríe con dulzura y se da cuenta de que ahí está el que ha despertado su corazón. Ese joven ha de ser su esposo.
Inmediatamente comunica a su padre:
-¡Padre! ¡Padre! Que el torneo no comience. Ya ha llegado aquel que esperaba. ¡El elegido para esposo está aquí!
-¿Quién es el desconocido que pretende así robar mi más preciado tesoro? -grita airado el Cacique.
-¡Padre!, escuchad: No es un guerrero ni un rico jefe, pero ha venido de muy lejanas tierras, ha cruzado bosques y ríos y ha despertado mi cariño y conquistado mi corazón.
-¡Mostradme a ese joven! -ordena el jefe.
Y Koembiyú presenta a su padre, a un joven pobremente vestido, cubierto su cuerpo con un manto descolorido y sucio con el polvo del camino.
Pearé desaprueba la elección de su hija. Echa al desconocido de su presencia y se opone a que Koembiyú lo acepte como esposo.
La pobre niña, muy triste, baja la cabeza. Por sus mejillas resbalan lágrimas de pena; pero debe obedecer a su padre...
Se da vuelta para decir adiós a su elegido, y se asombra al verlo transformado.
El desconocido se ha quitado el raído manto que lo cubría, quedando convertido en un gallardo joven de rubios cabellos y de ojos azules que le dice:
-Soy el Hijo del Sol, que enamorado de tu gracia y tu bondad, hermosa Koembiyú, vine a pedirte por esposa; pero el orgullo y la vanidad de tu padre han producido mi enojo y, en castigo, te convertirás en pájaro que al adorarme, llorará tus penas.
En ese mismo instante, la hermosa india se transformó en un pájaro.
Desde entonces, al atardecer, cuando el disco rojo del Sol se esconde en el horizonte, se oyen en la selva los lamentos quejumbrosos de una ave. Es el "guaimi-mgüe" (Hija del Sol) que en el canto traduce la pena y el dolor que causara a la bella Koembiyú la decisión de su padre guiado por la codicia y la soberbia.
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ResponderEliminarmuy buna la pag =) =) los felicito mucha info paro si pueden dar mas info de su ubicacion mejor
ResponderEliminarLa pag esta esta genial graciasss por demostrarlo me sirvio muchoo
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